13 de diciembre de 2011

Espectadores de una vida.

Es un sentimiento de lo mas rebuscado. El saber cuánto ese chico amó, quiso y dio por esa chica, sin lugar a dudas me hace reconsiderar todo mi escepticismo hacia los melodramas románticos que tanto me gusta evadir, dando una nueva mirada y/o perspectiva al asunto, o de un modo mas simple: aceptando que el amor no es tan desastroso después de todo. Pero, pero, y siempre tiene que haber un pero, el saber que yo tuve la oportunidad de ser esa chica y la desperdicie como uno desperdicia las hojas de un block nuevo, aporta un dejo amargo a la cuestión, volviendo al punto inicial de mi razonamiento. Alomejor, soy yo la desastrosa y no el amor, pero bueno, siempre es mas facil acomodarse en el sillon a ver la pelicula que vivir algo que despues sea digno de convertirse en una.

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