No hace falta el menú.

- Buenas tardes, que se le ofrece?
- Se me ofrece la respuesta a muchas cosas que no la tienen, una botella de soluciones gasificadas para el tazon de problemas amargos que la vida me sirvio y traigame la actitud azucarada que se se me perdio en el camino. Sirvame una entrada tranquila, un primer plato apasionado y para cerrar un postre pacifico y suave, lleno de nostalgia de la buena. Quisiera acompañarlo con un vino que me lleve la contra y a la vez me sepa entender, temperamental pero que sepa cuando usar su inteligencia para no derramarse de la copa. Y por favor, no se olvide de la sal y la pimienta, que sin ellas queda todo muy desabrido.
-Algo mas?
- Un cortado y dos sobresitos de edulcorante, gracias.