15 de julio de 2011

Todo vuelve. 
Es como una calesita, de esas que hay en los parques de diversiones. La niña llega, elije al caballito que mas le gusta,se sube y es feliz. Da la vuelta encantada, convencida de que no hay nada mejor que esa sensacion de felicidad. Y luego, la vuelta se acaba, la niña se baja, y se entristece al saber que esa sensacion se fue, al igual que el caballito. 
Ahi, parada en frente de la calesita, se da cuenta de que no es el unico caballlito del juego. Se sube a otro, y es feliz. 
Y, cuando el antiguo caballito vuelve, lo deja, sabiendo que a veces, subirse mas de una vez al mismo caballito puede ser descepcionante.



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